BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

viernes, 2 de julio de 2010

Persecución

(dejar correr el video al final del Post antes de comenzar a Leer)


...Y comienza la Persecución.

Como presa débil e indefensa te escabulles entre las sombras. Miras hacia atrás para saber si aún he de seguirte, y sigues corriendo. Estas conciente de que no tendrás escapatoria.

La Adrenalina en mi cuerpo produce que mis movimientos sean rápidos, audaces, ágiles e incansables. No podrás escaparte.

La silueta de tu respiración acelerada y el sonido de cada mirada dudosa y suspicaz que producen tus ojos sin un rumbo fijo, logran que a cada paso presuroso que doy, pueda estar mucho más convencida de que he de atraparte.

Te detienes y me detengo. Volteas y tu mirada se clava en mis ojos como agujas muy finas, pero no logras retarme. Mi mirada fija y perenne atraviesa tus pupilas inseguras y vacilantes. Esquivas la mirada y me aproximo un paso más a ti. Das un paso más hacia atrás. Con un suave y ligero movimiento me acerco otros centímetros a tu cuerpo inmóvil, y como cual víctima que desea ser atrapada, prendes tu veloz caminata hacia la nada, hacia el todo. Te has de dirigir a aquel lugar donde sabes que llegarás. Ese mismo lugar que está en todas las direcciones que corras, todos los sentidos que camines. Solo estamos tú y yo en medio de una selva amazónica de deseos y vehemencia.

... Y continúa la Persecución.

Un Conejillo. Una Liebre, Quizás. Tu mirada tierna y apacible no logra cautivar de misericordia a mis pupilas encendidas de locura, ansias y poder. Un lince, una Pantera, tal vez. Corremos como gato y ratón dentro de éste laberinto que creemos sin salida, sin percatarnos que solo hemos andado en círculos agigantados. Tu, imaginando que encontrarás una puerta que te conduzca a otro lugar; mientras yo, sonrío con picardía y te vuelvo a mirar. No te podrás marchar.

Encuentras un pasadizo que crees "secreto". Has olvidado que yo fui quién construyó éste enredo del que confías que saldrás.

Te cuelas entre las dudas, la incertidumbre y el titubeo. Respiras desasosiego, exhalas indecisión. Como animalillo indefenso huyes, corres y piensas que te escapas de un animal salvaje que sabe muy bien a quién ha escogido como presa. No ha sido casualidad cazarte a ti.

Me he detenido a observarte. El color de tu voz parece agotada, y la lluvia volcánica deslizándose por todo tu cuerpo me indica que ha llegado el momento de iniciar nuevamente mi hostigamiento.

Cada paso rápido y osado que planto sobre el suelo es solo una afirmación más que te grita en baja voz que no hay manera de fugarte.

Con pisadas súbitas y rápidas te tengo en frente a mí, mientras tú has chocado contra una gran puerta de madera clausurada bajo llave que indica la salida de éste laberinto. Esa misma llave que cuelga en mi collar.

... Y Se detiene la persecución.

De nuevo tus ojos se entrecruzan con los míos y esta vez noto algo diferente. Tu mirada de animal dócil se ha marchado. Siendo solo un conejillo, tus pupilas han cambiado. No contienen una mirada de misericordia, mucho menos de sumisión. Aquella mirada de acatamiento y obediencia ha desaparecido, y en tus pupilas solo hay un reflejo de lo que fue mi mirada minutos atrás: Encendida de locura, ansias y poder.

La silueta de mi respiración acelerada y el sonido de cada mirada dudosa y suspicaz que producen mis ojos sin un rumbo fijo, logran que a cada paso presuroso que das, puedas tener plena seguridad de que has de atraparme. Mientras que sigues siendo tu un Conejillo, Una Liebre, Quizás. Siendo yo un Lince, Una Pantera, Tal vez.

La Adrenalina en tu cuerpo produce que tus movimientos sean rápidos, audaces, ágiles e incansables. El reto de tu mirada produce que mis movimientos ahora sean lentos, dudosos, temblorosos y fatigantes. No podré escaparme.

Como presa débil e indefensa me escabullo entre las sombras. Miro hacia atrás para saber si aún has de seguirme, y sigo corriendo. Estoy conciente de que no tendré escapatoria.



... Y Comienza La Persecución.