BLOGGER TEMPLATES AND TWITTER BACKGROUNDS »

sábado, 17 de julio de 2010

Como Vino Tinto

Tomo la copa que reposa sobre el buró y vierto en ella ese suave agridulce tinto, esa sutil sustancia etílica que desordena mis sentidos. Dentro de aquella cápsula de cristal, pareciera que las olas me llevan en su vaivén, golpeándome entre las paredes de una cruda realidad que alimenta y desnutre a la vez.

Aproximo el vértice de aquella copa a mis labios y con solo respirar su olor, un torbellino tinto se apodera de mi cabeza y caigo al suelo desorientada, sin recordar lo que fui una vez.

Despierto de mi delirium tremens y es cuando aquella fragancia de olor indefinido me desenreda de aquel laberinto con sabor a elixir en el cual me perdí una vez. Sé que es el olor de tu esencia.

Sigo bebiendo del mismo cáliz de lava ardiente. Esa misma lava que quema e incinera todos los sentidos claros y razonables los cuales en un momento de sobriedad pueda tener. Deseo mantenerme alcoholizada para seguir respirando tu olor.

Entre el oleaje que me arrastra por el suelo de ésta habitación hundida en un remolino sin fin, encuentro tu mano guía que sostiene mi vaso de vidrio y me lo aleja para que así no pueda probar un sorbo más de vino. Mientras más alejas la copa, tu figura se va difuminando entre las sombras de la austeridad y simpleza que se envuelven en la sobriedad.

Desesperada intento levantarme del suelo firme que se convierte en arena movediza y con mis movimientos torpes e inútiles, reflexiono sobre el adoquín en el cual me he convertido por la búsqueda desenfrenada del color de tu voz, y el sonido de tus labios.

Me arrastro como reptil o serpiente dando patadas y golpes a todo aquello que se atraviese en mi camino hasta llegar al buró donde coloqué una vez la botella de vino tinto. Aspiro sostenerla pero en vano son mis intentos. La botella se desliza poco a poco entre mis manos y aunque trate de detenerla, la ebriedad en la que me mantiene tu fragancia conlleva a que mi estéril fuerza deje caer al suelo el envase de vidrio, derramándose todo su licor.

Con trozos de cristal punzo cortantes regados por todo el piso, y el néctar agridulce esparcido por todo el lugar, su aroma cada vez marea más mi noción y razón, transformándolas en impericia e incompetencia.

Intento moverme pero el torbellino en mi mente crea oleajes en lagunas ficticias dentro de mi lógica que me impiden avanzar o retroceder. Mis manos ahora desprenden y brotan un vino rojo calcinante que se mezcla con el tinto. El vino rojo comienza a dolerme, comienza a arderme.

Observo mis manos rotas y rasgadas por los pedazos de vidrio en el suelo, y tu figura se acerca a mí sanando las heridas, limpiándolas con una toalla. Mientras acariciabas mis manos para curar mis lesiones, el ciclón, la revuelta dentro de mis emociones fue cesando lentamente. Preocupada levanté la mirada para percatarme si tu también te desvanecerías conjunto al torbellino, pero sin embargo, cada vez se hacían menos difusos y más claros tus rasgos, y tu mirada de amor se clavaba dentro de mis pupilas desorbitadas e incrédulas de lo que sucedía a mi alrededor. Estaba feliz por saber que no tendría ya que buscarte dentro de una botella de sustancia etílica, y que por fin regresarías a mi lado.

Cerré los ojos y dejé que tus caricias fuesen vendando mis manos con tu amor medicinal, y en un par de minutos me dormí en tus piernas.

Desperté de nuevo y el estado de alcoholismo se había marchado, y las vendas en mis manos estaban salpicadas por ese mismo vino rojo calcinante que nació de mi ser. En el suelo ya no habían trozos de cristal punzo cortante, y el vino tinto lo habían limpiado.

Me puse de pie y con movimientos firmes y estables pisé el suelo empedrado y te busqué. Indagué cada rincón de mi habitación, y cada diminuto lugar de estas 4 paredes en donde navegué hace horas. Sólo encontré una botella de vino tino en aquel viejo buró en medio la esquina de mi habitación y con una nota en un papel rasgado, arrugado y manchado, escribiste con tinta Roja:




"Como Vino Tinto derramado,
Me he ido Tinto de tu lado".

viernes, 2 de julio de 2010

Persecución

(dejar correr el video al final del Post antes de comenzar a Leer)


...Y comienza la Persecución.

Como presa débil e indefensa te escabulles entre las sombras. Miras hacia atrás para saber si aún he de seguirte, y sigues corriendo. Estas conciente de que no tendrás escapatoria.

La Adrenalina en mi cuerpo produce que mis movimientos sean rápidos, audaces, ágiles e incansables. No podrás escaparte.

La silueta de tu respiración acelerada y el sonido de cada mirada dudosa y suspicaz que producen tus ojos sin un rumbo fijo, logran que a cada paso presuroso que doy, pueda estar mucho más convencida de que he de atraparte.

Te detienes y me detengo. Volteas y tu mirada se clava en mis ojos como agujas muy finas, pero no logras retarme. Mi mirada fija y perenne atraviesa tus pupilas inseguras y vacilantes. Esquivas la mirada y me aproximo un paso más a ti. Das un paso más hacia atrás. Con un suave y ligero movimiento me acerco otros centímetros a tu cuerpo inmóvil, y como cual víctima que desea ser atrapada, prendes tu veloz caminata hacia la nada, hacia el todo. Te has de dirigir a aquel lugar donde sabes que llegarás. Ese mismo lugar que está en todas las direcciones que corras, todos los sentidos que camines. Solo estamos tú y yo en medio de una selva amazónica de deseos y vehemencia.

... Y continúa la Persecución.

Un Conejillo. Una Liebre, Quizás. Tu mirada tierna y apacible no logra cautivar de misericordia a mis pupilas encendidas de locura, ansias y poder. Un lince, una Pantera, tal vez. Corremos como gato y ratón dentro de éste laberinto que creemos sin salida, sin percatarnos que solo hemos andado en círculos agigantados. Tu, imaginando que encontrarás una puerta que te conduzca a otro lugar; mientras yo, sonrío con picardía y te vuelvo a mirar. No te podrás marchar.

Encuentras un pasadizo que crees "secreto". Has olvidado que yo fui quién construyó éste enredo del que confías que saldrás.

Te cuelas entre las dudas, la incertidumbre y el titubeo. Respiras desasosiego, exhalas indecisión. Como animalillo indefenso huyes, corres y piensas que te escapas de un animal salvaje que sabe muy bien a quién ha escogido como presa. No ha sido casualidad cazarte a ti.

Me he detenido a observarte. El color de tu voz parece agotada, y la lluvia volcánica deslizándose por todo tu cuerpo me indica que ha llegado el momento de iniciar nuevamente mi hostigamiento.

Cada paso rápido y osado que planto sobre el suelo es solo una afirmación más que te grita en baja voz que no hay manera de fugarte.

Con pisadas súbitas y rápidas te tengo en frente a mí, mientras tú has chocado contra una gran puerta de madera clausurada bajo llave que indica la salida de éste laberinto. Esa misma llave que cuelga en mi collar.

... Y Se detiene la persecución.

De nuevo tus ojos se entrecruzan con los míos y esta vez noto algo diferente. Tu mirada de animal dócil se ha marchado. Siendo solo un conejillo, tus pupilas han cambiado. No contienen una mirada de misericordia, mucho menos de sumisión. Aquella mirada de acatamiento y obediencia ha desaparecido, y en tus pupilas solo hay un reflejo de lo que fue mi mirada minutos atrás: Encendida de locura, ansias y poder.

La silueta de mi respiración acelerada y el sonido de cada mirada dudosa y suspicaz que producen mis ojos sin un rumbo fijo, logran que a cada paso presuroso que das, puedas tener plena seguridad de que has de atraparme. Mientras que sigues siendo tu un Conejillo, Una Liebre, Quizás. Siendo yo un Lince, Una Pantera, Tal vez.

La Adrenalina en tu cuerpo produce que tus movimientos sean rápidos, audaces, ágiles e incansables. El reto de tu mirada produce que mis movimientos ahora sean lentos, dudosos, temblorosos y fatigantes. No podré escaparme.

Como presa débil e indefensa me escabullo entre las sombras. Miro hacia atrás para saber si aún has de seguirme, y sigo corriendo. Estoy conciente de que no tendré escapatoria.



... Y Comienza La Persecución.