Hace días que no escribía. Pensé que había perdido mi musa y que no la encontraría en un buen tiempo. Gracias por devolverme mi numen.
Comienza la Cuenta Progresiva. Ahora sólo queda ser paciente.
Ya va 1. Ya va 1 hora sentada, con las piernas cruzadas dentro de mi alma.
Es increíble la magia que de tus ojos color avellana destellas. Esa magia que hace aparecer y desaparecer de pronto tu silueta en mi mente. Es asombroso y abismante la facilidad con la que paseas y te instalas en mi cabeza exigiendo cada vez mas espacio para ti, para encender de cada rincón oscuro dónde hace tiempo ya que nadie se paseaba.
Ya van 2. ya van 2 palabras que repito una y otra vez dentro de mis pensamientos cada vez que por ellos caminas, trotas y corres a velocidades impresionantes, empañando de sudor mi pensamiento al no poder alcanzarte siquiera.Podría creer que estoy enloqueciendo, pero no. No es una enfermedad mental. Tal parece que no.
Posiblemente sean las ansias desesperadas de brindarte ese abrazo hundido en el agobiante desespero por no poder acercarse a tus brazos. «¡Qué frustración!». Tus palabras se deslizan por mi piel, entran por mis poros, empujan y poco a poco van sustituyendo a ese órgano de inevitable importancia, y empiezan por sí solas a bombearle sangre a mi vida, a ser el motor de mi día.
Ya van 3. Ya van 3 hojas arrugadas, 3 versos escritos en papeles estriados, rasgados por impotencia de no saber que decir.
Intento escribir un verso que se asemeje a ti, y pareciera que el universo de palabras se limita a la conversación amplia entre tu mirada y la mía.
Me detengo por un segundo y pienso:
«Sé que cuando llegue a 5 en ésta Cuenta Progresiva, terminaré por darle rienda suelta a mis palabras, y ya no habrá marcha atrás».
Ya van 4. Ya van 4 continentes que recorro para encontrarle sentido a la lírica declamada por mis verdades y sentimientos, y sigue siendo agotador y fatigoso el procurar buscarle lógica a los asuntos que solo le competen al corazón.
Escondida en alguna cámara secreta, en un pasadizo oculto, en un callejón anónimo está mi conciencia tomada de la mano con mi razón. Ya es imposible encontrar la cordura dentro de mi mente, pues se ha enamorado de la locura de tu risa y no hay camino que la traiga de vuelta.
-«¿Y es que quién quiere que regrese?» Pienso una vez mas-.
-«¿Para qué devolverle la seriedad y formalidad a mis días si puedo estar atada a lo delirante y demencial de tus ideas y palabras?» Seguramente he termiado por enloquecer-.
Ya van 5. Ya van 5 argumentos que interpongo ante mis emociones y ya no puedo callar más.
Mis deseos, mis latidos, mis sentidos han despertado y viven más que nunca. Despiertan cada mañana con la mejor intuición para descifrar de ti cada acertijo que disparas de tu boca sin percatarte de la situación, y yo, solo puedo sonreir antes cada trova que te escribo con la mirada, con la esperanza de que algún día la leas y entiendas que hay 5 palabras reprimidas en mi alma que anhelo gritarte con un beso.
Sumergidos en algún océano, algún mar, río o pequeño arroyo están todos aquellos poemas que un día te recité al oído sin que lo notaras, y que ahora sólo quedan las ganas de plasmar tantas palabras unidas unas con otras para así, darle rienda suelta a mi retórica producida por ti... mi musa, mi numen.
Sé que puedes Guardarme el Amor, Sé que puedes Aprender el Lenguaje Perfecto observando la Luz de Luna, y así Regalarme una hermosa sonrisa, más grande que ninguna.
Sé que puedo Contar hasta 5 otra vez, y cuando termines de leer,
estarás junto a mi.
