Siempre había pensado que la distancia solo es una medida geográfica, que es solo una manera de medir la separación de un punto a otro... hasta llegar a ti.
Estas allí, junto a mi, a mi lado, de mi mano, tocando con la punta de tus dedos los mios, viendo mis ojos fijamente, con tus manos entrelazadas a las mías, estamos allí... pero en realidad no estás.
Hay una distancia increíblemente profunda entre tu y yo.
No puedo tocar esta distancia que existe entre tu y yo, no puedo contar cuantas millas o kilómetros de separación tenemos, aún estando allí a tu lado y tu al mío.
Siento que cada día tu mirada se opaca, tu sonrisa pierde brillo y nuestro cielo se torna gris. Siento como tu sombra se desvanece, como ya no hay un solo corazón latiendo... Ya no queda corazón.
No puedo calcular esta distancia que existe entre tu y yo, ya no puedo contar cuantas miradas se dejaron de ver, cuantos besos se dejaron de besar.
Poco a poco siento como me gritas al oído que abra mis horizontes y expanda mi vida que ya no es mía, que ahora es tuya, y aún así quieres que la difunda.. Poco a poco también siento como me pides que no me vaya jamás y que no te oiga, que no me vaya, que me quieres junto a ti.
Quizás ese cofre de oro al final de nuestro arcoiris que prometimos que encontraríamos se nos fue desvaneciendo con la lluvia, se nos fue desapareciendo con cada color que se volvió tan sombrío, tan tétrico y tan triste, se nos fue esfumando con cada promesa sin cumplir, se nos fue acabando con cada caricia sin acariciar.
No puedo palpar esta distancia que existe entre tu y yo, pues no quiero palparla, quiero desaparecerla y dar todo ese amor sin amar, dar toda esa vida que te prometí que nunca se vivió.
Dondequiera que vayas, dondequiera que estés, cualquiera que sea la distancia convertida en frialdad entre tu y yo, quiero que sepas que dondequiera que yo esté, cada vez que respire, cada vez que sueñe, cada vez que despierte.. Repetiré tu nombre a la inmensidad para acortar esta distancia fría, cruel y dolorosa que hay entre tu y yo.
Jamás me fui, jamás te fuiste, jamás me fugué, jamás te fugaste, jamás te olvide, jamás me olvidaste... Jamás te olvidaré y jamás me olvidarás.
Hay veces donde siento que el alejamiento se ha ido, se borró, se disipó, se escabulló entre cada mirada... pero no. Pero no es así, a pesar de que miras mis ojos, y entiendo tu mirada, la decifro y la vuelvo a amar, y sé que vuelves a amar la mía, hay algo que nos separa, algo que no me deja entrar.
No puedo lidiar con esta distancia que existe entre tu y yo, no puedo competir con cada deseo y con las ganas de tomarte de la mano y decirte al oído que te amo y que me amas y que ya no importa nada más.
Veo como los segundos, minutos y horas van pasando en mi reloj de vida, y en el calendario de mi corazón los días transcurren y tu sigues allí, yo sigo aquí, y me ves.. pero no me miras, me tocas.. pero no me acaricias, tus ojos ven los mios, pero tu mirada no se refleja en mi. Me tomas de la mano... pero no la sostienes en ti.
No puedo combatir con esta distancia que existe entre tu y yo, no puedo contar cuantos "te quiero" tengo guardados para cuando me mires de verdad y cuando me hables con sinceridad.
No sé cuantos kilómetros de barreras o fronteras hayan entre el cielo y la tierra, pero un día nos prometimos tocar el cielo, bajar los planetas, contar las estrellas con los dedos de tus manos y las mías, prometimos que siempre sería así...
Yo podría luchar, batallar, pelear, discutir, trabajar, esforzarme y hasta ganar la guerra contra la distancia, pero de que sirve ganarle la guerra a la distancia si pierdo contra tu mirada congelante que me hiela el alma y el corazón, contra tu mirada enredante que me enciende y me aviva las ganas de amarte cada vez que dices Te Amo.
Puedo recorrer cada una de estas millas de separación, cada kilómetro de desunión gritando tu nombre, vociferando este amor que se me va a desbordar.
Pero...
No puedo competir contra esta distancia que existe entre tu y yo, ya que tu la pusiste allí, y quizás yo también te dejé hacerlo, no puedo rivalizar tus sentimientos y los mios, ya sería el final de este amor que mantiene viva mi existencia.
«Puedo recorrer cada milla, cada kilómetro, cada distancia y cada lejanía si así lo pidieras... Pues, no tengo miedo de Andar.. Tengo miedo de Perderte en el Camino.»
