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viernes, 1 de enero de 2010

Bienvenido 2010

Entre el sentimiento aprisionado en mi pecho sintiendo que mi corazón en cualquier momento puede detenerse, la fresca brisa de una mañana que le da la bienvenida a un nuevo amanecer, y tus ojos fijos a la inmensidad de una montaña, Pienso, y definitivamente, luego Existo.

Podría dejar mi vista también detenida en la infinitud que pinta el cielo de un tono azul celeste, como podría cerrar los ojos y transportarme a cualquier mundo paralelo, lejano o cercano, de la vida misma que me rodea, la cual actúa como cuentagotas dentro de un océano de incalculables sueños sin cumplir.

No diré que fue malo, no diré que fue bueno, ya que tu mismo deberás saber que tanto pudo haber alegrado tu vida un año en el cual estuviste en la cima del Himalaya, y segundos mas tarde dentro de la boca de un gran volcán haciendo erupción.

Posiblemente hoy en un minuto de reflexión pueda lograr aprender acerca de esos actos cobardes, insensatos, frágiles y dudosos que hice en un momento, pueda que me enorgullezca de mi misma aquellos pasos seguros, decididos, fuertes, y de valientes los cuales pisé firme y caminé con la frente en alto. A estas alturas, cualquier cosa puede suceder.

Quizá hoy sienta una gran duda. Puedo sentirme como un niño recién nacido que apenas se enfrenta al mundo siendo hoy el primer día del año, como puedo sentirme como un viejecillo el cual mira su reloj de cuerda y le da gracias a dios por un minuto más de vida.

Hoy alzo una plegaria al cielo. Así como éste viejecillo, le doy gracias a Dios por un minuto más, por una sonrisa mas, por un latir mas, y porque hoy, desperté en mi cama y supe quien era yo. Quiero darle gracias al Cielo por su infinita Paz, Calma y Sosiego. Gracias a ello he aprendido que “Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, pero la violencia se practica a plena luz del día”. J. Lennon.

No callaré, tampoco diré. A estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.

Guardo minutos de silencios, y silencios de minutos. Observo miradas con temor, y también le temo a las miradas. Camino y respiro hondo, y cuando estoy hondo, también respiro. Pues la vida es así, en cualquier momento te cambia en la perspectiva contraria y donde creíste que no llegarías jamás, te encuentras ahora sentado e incluso con una taza de café en la mano.

Podría decir que esta vez he dejado de pensar. He existido demasiado.

Volteo la mirada hacia la ventana, y a pesar de mirar carros, gente caminante y transeúnte, ciudadanos de un mundo menos justo cada día, solo capta mi atención una gota de agua que se suicida desde la cornisa. Pareciera imposible que una cosa tan insignificante pudiera dar una gran lección.

Una gota. Común y corriente "como todas las gotas de agua". Se suicida en el momento que nace, y ¿Por qué? Para los científicos, sería un tanto lógico y más que obvio pensar que es solo acción de la ley de gravedad. Pero, para ti y para mi, que la vida es solo un viaje de utopías alcanzables e intocables a la vez, definitivamente ¿Es una dicha tener tantos minutos de vida en un mundo vacío donde la injusticia y la maldad se propaga y multiplica mas rápido que una sonrisa y un gesto de amor? Esa gota, una gota común a los ojos de cualquiera, nos está dando solo una señal de lo que se avecina.

Hoy es el primer día del año. Un nuevo año que promete ser diferente para los corazones que todavía tienen sueños que cumplir, esperanza de unir y un camión de Amor del bueno para dar y recibir. Tú que estás sentado allí, en un escritorio, sentado en una silla, dime ¿Que estás haciendo por cambiar el mundo, tu mundo, nuestro mundo? ¿Vale realmente la pena destruir con una palabra, un ejercito de sonrisas que están dispuestas a suicidarse para hacer de la vida un lugar mas bonito para Pensar, y definitivamente, luego existir?

No callaré, tampoco diré. A estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.

Hoy es el primer día del año. Te prometo a ti que me lees, que me escuchas y que me entiendes, 365 días para cambiar el mundo, mi mundo, tu mundo, nuestro mundo. Te prometo 365 días que los dividiré para darte sonrisas, alegrías, amor, felicidad, dicha, paz y tranquilidad. Hoy te prometo a ti, a mi, y al resto de caminantes ciudadanos del mundo, que regalaré una sonrisa más, y una lágrima menos. Que disfrutaré más, y me quejaré menos, y de ésta manera haré de mi mundo, un espacio mejor donde tu, yo, y el que pueda vivir dentro de el, viva con una sonrisa mas y una lágrima menos. Me prometo a mi misma, que seré como aquel niño recién nacido que apenas abre los ojos al mundo, con toda la experiencia del mismo viejecillo que mira su reloj de cuerda.

Una Plegaria más al Cielo, Un Gracias más a Dios, y un Te Amo mas para ti.






Pienso, y definitivamente, luego Existo,
aunque a estas Alturas, cualquier cosa puede suceder.