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sábado, 25 de octubre de 2008

Jaque Mate

1 semana. 1 semana completa. Sin mas ni menos. 1 semana sin escribir absolutamente nada, y todavía no sé que escribir. Cómo es posible que en 1 semana ocurran tantas cosas?.

No es tanto tiempo. Son 7 días. Son 168 horas. Cómo pueden pasar tantas cosas?

En 1 semana he peleado y me he reconciliado varias veces con el Amor. He discutido a sangre fría con el Corazón. He jugado ajedrez con el destino y le hice Jaque-Mate a A la Razón.

No sé si esto esté bien o esté mal, solo sé que ya no lo puedo evitar.

Cómo es que antes no me había dado cuenta del brillo de tu mirada? De la profundidad de tus palabras? De lo bella de tu sonrisa? De lo sutil del roce de tu mano a la mía? Cómo es que antes no lo sentí y 1 semana bastó para que todo esto ocurriera?.

Y es que todo ocurrió tan de prisa. 1 Tablero. 2 Equipos. 3 Jugadas. Y así, El Corazón le Hizo Jaque-Mate a la Razón.

Después de esta valiosa jugada, todo comenzó a ser más difícil y sencillo. Puesto que nuestras torres, alfiles y peones comenzaron a discutir entre ellos, y de esta manera fueron creando una batalla sin sentido contra el corazón, donde después de todo, ellos también le hicieron Jaque-Mate a La Razón.

No hay Razones que seguir. No hay lógica por la cual guiarse. No Hay.

Hay un corazón fuerte. Fuertemente un amor palpitante, por tu mirada como bomba detonante; tus labios como fuego ardiente, y yo, sola luchando contra la corriente. Es imposible escaparse, es complicado escabullirse. Y se derrama una gota de Rocío. Dulce gota de Rocío, que cae de las orillas de mis ojos, y entre alegrías y enojos, hace palpitar el corazón mio.

Ya no hay más que hacer. No hay tiempo que perder. Mi corazón pide a gritos la dulzura que demuestras cuando logras verme a los ojos, y mi corazón ya enredado entre tu mirada, sólo puede hacerle Jaque-Mate a la Razón.

Sé y estoy consiente de que es Complejo, es Complicado, es Difícil, Es Enredado, es Problemático para ti y para mi. Pero cada una de tus palabras, sea lo que sea que digas, hacen una nota acorde con la siguiente y es tu voz la melodía que lo convierte en Hermoso, en Fácil, en Sencillo, en Mágico y solo puedo hacer que mis Alfiles, Peones, Torres y Caballos jueguen conmigo a hacerle un Jaque-Mate a la Razón.

Es un solo juego con 2 opciones. Un final feliz, y un final triste. Sea cual sea nuestro final, merecemos vivir en un corto lapso de tiempo, mientras se pueda, el mejor juego -sin jugar- que hemos podido realizar. Disfrutar cada avance, y jamás un retroceso. Disfrutar cada Cuadro Blanco y Negro que vamos avanzando. Cada Blanca luz que irradias al andar, y cada momento de Negra oscuridad donde es un espacio para amar.

No puedo pensar con la razón, pues me mata lento el corazón, y si mi corazón muere no podría quererte, por ende, debo dejar a un lado la cordura, y sentir con locura.

En nuestro tablero de juego -que no es un juego- hay un tercer equipo. Algo que jamás se había visto en un tablero de ajedrez. Una fila de peones de otros colores haciendo una barrera entre tu batalla y la mía. Es una fila de peones azules que dividen nuestro tablero -ó corazón- en 2 partes semejantes.

Es una fila de Caballos, Alfiles y Torres que nos dividen el amor, y nos hacen tortuosa la reconciliación. En esta jugada, mi Reina y mi Rey, no tienen escapatoria. Han quedado en el medio de este tablero, entre tus Reyes Blancos, y entre sus Reyes Azules. Han quedado atrapados entre los Alfiles y Peones de ambos equipos, y no tengo hacia donde moverme, no tengo hacia donde mirar, puesto que, solo quiero verte a ti y las Torres Azules me hacen Jaque-Mate a mi.

En mi equipo de piezas Negras, al lado de mi Rey, ha quedado un cuadro blanco hacia donde podría desplazarme. Y quedándome en calma, en serenidad, detenida sobre ese cuadro blanco, nada podría tocarme, pero todos podrían verme. Ya no habría Jaque-Mate del Equipo Azul, Ya no habría Jaque-Mate del Equipo Blanco. Ya solo habría una pared y un Rey inmortal dentro de un tablero donde combate con equipos de todos los colores por conquistar el tablero del único equipo que realmente le interesa, el único equipo por el cual estaría dispuesto a moverse del cuadro y pisar uno negro para ya no ser jamás inmortal de nuevo, arriesgando su vida, por el equipo que realmente quiere, el tablero que desea... El tablero Blanco.

El rey se ha movido del cuadro. El rey ha cambiado de posición.

Dentro de mi equipo negro, ya no quedan alfiles que me protejan. No quedan Torres que me resguarden. No quedan Peones que me escuden, ya no me queda La Reina que me defienda. Estoy sola.

No queda nada. Estoy sola en la gran inmensidad de este tablero de juego. Contra tu Rey Blanco, contra un equipo intacto del grupo Azul.

Pensé que estando mi rey solitario en este tablero debería de utilizar la Razón, pero, recordé que mi principal motivación era conquistar el tablero Blanco, y comencé a jugar con el Corazón.

Sola, sin respaldo, derribe cada uno de los Peones, Alfiles, Torres, Caballos, Reina, y hasta a el Rey del equipo azul, y ahora solo quedamos tu y yo entre cuadros de ajedrez.

No hubo derrota. Nadie perdió. Solo hubo una Victoria de dos. Unimos tu amor con el mio, y juntos los dos reyes, El Blanco y el Negro, apostamos al Amor, y dejamos de ser contrincantes, abandonamos el tablero, y comenzamos a vivir.


«Ahora moviamos nuestras piezas a la par, derribando cada obstaculo que se nos presentara, caminando por los mismos cuadros le hicimos Jaque-Mate a la Razón